VULCANOLOGÍA
Un volcán (del nombre del dios mitológico romano Vulcano) es una estructura geológica por la que emerge el magma que se divide en lava y gases provenientes del interior de la Tierra. El ascenso del magma ocurre en episodios de actividad violenta denominados erupciones, que pueden variar en intensidad, duración y frecuencia, desde suaves corrientes de lava hasta explosiones extremadamente destructivas. En ocasiones, los volcanes adquieren una forma cónica por la acumulación de material de erupciones anteriores. En la cumbre se encuentra su cráter o caldera.
Tipo de Volcanes Según la Forma
Volcanes en escudo
Se forman por la emisión de lavas básicas muy fluidas, y se caracterizan por tener un cráter de gran diámetro y un cono de pendiente suave.
Cono de escoria
Estos volcanes de escoria están formados por material piroclástico que suele producir erupciones explosivas moderadas. Tienen laderas empinadas, son pequeños y por lo general permanecen activos por poco tiempo (ej. valle de Andahua).
Estrato volcanes
Se caracterizan por tener un cono bien desarrollado constituido por la acumulación de lava y productos piroclásticos alrededor del cráter. Se forma por la repetición de numerosas erupciones. La mayoría de los grandes volcanes pertenecen a este grupo (Misti, Ubinas).
Forma de caldera
Se forman por la explosión o como consecuencia del taponamiento de la chimenea por lavas muy ácidas (calderas de origen explosivo), o bien por el colapso o hundimiento de la cámara magmática al quedarse vacía después de la expulsión de la lava en sucesivas erupciones.
Forma de domo o aguja
Las erupciones centrales de magmas ácidos, muy viscosas y generan volcanes con unas estructuras monolíticas en el mismo cráter llamado domo o aguja. Por ejemplo: Mont Peleé.
Erupciones fisurales
Los productos piroclásticos y las lavas se expulsan a través de unas fracturas que pueden alcanzar centenares de kilómetros. Para que se produzca este fenómeno, son necesarias lavas muy fluidas (tipo basáltico). Los basaltos emitidos reciben el nombre de basaltos de meseta. Son característicos de Islandia, donde por ejemplo el volcán Laki entró en erupción a finales del siglo XVIII a lo largo de una grieta de 25 km. de longitud. A este tipo pertenecen también las erupciones submarinas que originan la corteza oceánica de las dorsales.
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